Antes de continuar
“motivándote” reflexiono acerca de todo cuanto se puede decir y hacer, el poner
en práctica las buena intenciones, que solo quedan en eso, y todo esto tomando
en cuenta que se ajuste a nuestro estilo de vida en estos tiempos modernos., Hasta
hace unos siglos el ser humano vivía de la naturaleza y con la naturaleza.
Actualmente estamos adentrándonos en un mundo automático, de máquinas y
procesos, cuyas piezas de artificio se ensamblan las unas con las otras bajo la
batuta de técnicos y científicos -los nuevos directores de nuestras vidas. Al
mismo tiempo, cada vez más culturas y formas de ver el mundo quedan sustituidas
o pulverizadas por el avance de la tecnología, los bienes de consumo o de las
guerras mecánicas e ideológicas devastadoras. Podría bien decirse que nos
encontramos ante un proceso de transformación mundial en el que la fascinación
por lo nuevo va unida al interrogante de hasta dónde podemos llegar y que más podemos hacer de nuevo y consigo perder de lo viejo- nuestro sentido
de vida.
En cierto
modo lo que acontece es paralelo a lo descrito en ritos de transformación de
muerte y renacimiento, pero a un nivel planetario. En este sentido el proceso
también supone un ataque contra el Espíritu, y permite explicar también egoísmo
e individualismo que vivimos aun estando en familia.
Resulta muy
interesante, y lo hemos ido viendo a lo largo de nuestras vidas, cómo
evolucionan las sociedades, cómo van de la mano los paradigmas que marcan cada
época con los rasgos que las definen y cómo estos paradigmas afectan a todos
los ámbitos de nuestra vida, tanto a la cultura, como a la economía, al
trabajo, a la educación. En todo momento
nos vamos adaptando a nuevas costumbres y adaptando nuevas tendencias sociales,
ya nada nos sorprende, todo parece normal. Observando un poco el mundo me
pregunto, a donde llegaremos? toda nuestra vida es en dependencia ,una vida
mercantilizada. En resumen., hijos pequeños tomando decisiones y enseñando a
los padres a utilizar la nueva tecnología, lo vemos a diario en las
propagandas, con nuevos idiomas,
programas radiales que insinúan al sexo libre, canciones de sexo y por
continuar, la compra irresponsable de videos juegos con contenido de violencia
de padres a hijos, y el amor que ahora es solo razón de un beso, matrimonios en
unión libre, en fin todo se vive como se puede, aunque la moral este de un
largo viaje sin regreso Apunto y advirtió que la cultura audiovisual de los tiempos modernos trae consigo ciertos retrocesos como la sustitución de las palabras por las imágenes, la inteligencia por la imagen, la verdad por la verosimilitud y la sustancia por el contenido, ahora todo el mundo textea, y omite la riqueza de la comunicación que es lenguaje oral.
Con una especie de curiosidad e intriga leo en la prensa diaria todo lo referente a sexualidad, no porque esto me preocupe más que otros contenidos, tales como lo social, cultural, económico o político; si no por la importancia de esta actividad, que podemos destacar entre los acontecimientos sociales importantes de la humanidad. Pero que cada vez más va perdiendo su verdadero valor y cometido .En realidad la sexualidad, en todas sus expresiones e intereses, se ha transformado en este siglo en una de las actividades culturales más transformada y vacía.
Si en una época se podía decir que sexualidad y sensualidad formaban una manera de expresar sentimientos, hoy ya no ocurre esto, ya que los sentimientos y otras sensibilidades humanas van dejando paso a una cultura (equivocada o no) de lo erótico y, sin ir más lejos, en pornografía pura, dura y al alcance de cualquier mortal. Los tiempos posindustriales (modernos) van recreando una sexualidad de consumo, como cualquier mercancía, permitiendo que la mentalidad de las personas, de todas las capas sociales, haya transformado ese viejo e histórico tabú en actividad que ya casi no llama a la curiosidad ni a la intriga y de un contenido casi vacío de sentimientos. Por ejemplo: una buena pregunta, tan antigua como el besarse o realizar el coito, ¿Qué tiene que ver la sexualidad con el amor?
En varias regiones del mundo hay muchos jóvenes e incluso adultos que, independientemente de la cultura, religión, clase social o color político, sostienen que su objetivo primordial es hacer el máximo dinero posible, hacer una fortuna para satisfacer una vida moderna. Afortunadamente, una cuota considerablemente más alta de la población declaró que su objetivo es encontrar un sentido para la vida misma. El verdadero propósito que convierte una simple existencia en el verdadero vivir que justifica nuestra estancia en este mundo.
Elisabeth Lukas, psicólogo de la ciudad de Viena, Austria, llevo a cabo una búsqueda a través del desarrollo de una prueba destinada a evaluar la frustración existencial. Encontró que el 90 por ciento de los participantes en el estudio dijeron que tenían una existencia vacía, sin sentido a la vida. Había altos niveles de frustración, que a pesar de tanta modernidad, no refleja ni reemplaza una vida plena, que se puede conseguir en armonía con la naturaleza y una vida sencilla
Expertos
han dicho que esta falta de sentido, lo que lleva a un vacío desgarrador, es la
gran enfermedad de nuestra civilización, que lleva a las personas a refugiarse
en la depresión, las drogas, aventuras en el amor, en otros riesgos como la
velocidad. La búsqueda de sentido es el primer y más profundo de nuestro ser existencial,
es la necesidad más inmediata que tenemos. Encontrar un sentido para la vida de
cualquier individuo puede liberar la frustración y equilibrar una vida moderna y
mercantilizada, dando a cada uno la
posibilidad de hacer su vida en cualquier circunstancia, una misión. Albert
Einstein, un gran científico alemán (1879-1955), ha declarado: «El hombre que
piensa que su vida no tiene sentido no sólo es lamentable, pero también muy mal
preparados para vivir".
Es
inevitable que la cuestión no resuelve problemas como el hambre, la pobreza, la enfermedad, el dolor, el sufrimiento, la degradación del
medio ambiente, el desempleo, la impunidad, y muchos otros males, dado el
enorme desarrollo de los conocimientos científicos y técnica. Usted puede
solicitar a la pregunta de cómo puede sobrevivir la raza humana de este caos
social, político y ambiental. Más importante que obtener respuestas es una
seria reflexión sobre estas cuestiones y los riesgos que enfrentamos. Sin
embargo, la desesperación no es la última palabra. El neurólogo Richard M.
Restak, de renombre internacional, dice: "El cerebro humano, y sólo el
cerebro humano tiene la capacidad de retiro en el pasado, examinar sus propios
actos y por lo tanto, alcanzar un grado de trascendencia". Sumando a esto
que cada individuo es hecho a imagen y semejanza de Dios para disponer de
libertad y tener una vida plena con cuanto tenemos.
De hecho,
esta capacidad de volver a escribir nuestro propio itinerario y redefinir que es lo que
nos distingue de todas las demás criaturas. Nos ayuda a direccionar nuestra
vida aun en estos tiempos modernos. Y mi pregunta es ¿estamos preparados para
una vida moderna?En mi experiencia personal, la meditación me ha dado la oportunidad de tranquilizar mi mente, mi corazón, a escucharme más a mí mismo, comenzar en un camino que me trae paz, satisfacción, tranquilidad. El regalarme esos momentos de “Despertar” a la vida que estaba viviendo y contactar con lo que realmente deseo, aunado a la pasión por vivir, por hacer algo positivo, a no quedarme paralizado ante la magnitud de las cosas que había que cambiar y no quedarme en mi “zona de confort”. Una herramienta que me ayuda a enfrentar estos tiempos modernos.
Henrry Yanez
CEO
Hpmarketingpro
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